jueves, marzo 27, 2008

27-03-08. El desplazamiento

Hoy les quiero leer un par de cosas que considero casi maravillosas, y digo casi para no exagerar demasiado.

Arranco leyendo un cuentito de Cortázar publicado en Historias de Cronopios y de Famas (1) que se llama: “La foto salió movida”, dice así:

“Un Cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este Cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este Cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo esta algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para que. Los Famas vecinos acuden a consolarlo, y también las Esperanzas, pero pasan horas antes de que el Cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles”.

Maravilloso como todo lo de Cortázar, ¿no? Bueno, la palabra de hoy es desplazamiento. Este fenómeno que le ocurrió al pobre Cronopio al cual parece habérsele corrido el mundo. Y quiero relacionar esto con el autor al que sutilmente Cortázar se refiere al final del cuento: Samuel Smiles (2).

¿Saben quién era este señor? Samuel Smiles es un autor escocés cuyo período más prolífico fue la segunda mitad del siglo XIX, o sea de 1850 en adelante. Una de sus obras más renombradas se llama en inglés Self Help (3), lo que en español se traduce como: autoayuda. Pero no es esa autoayuda de: “sonría que le va a ir bien”, o “cómo ser millonario en diez minutos”. Él era un reformista político, y lo que propugnaba en su obra era que el hombre debe trabajar y esforzarse para lograr lo que quiere, porque ningún gobierno lo va a ayudar a nada.

Él sostenía que no son las instituciones las que hacen a un buen gobierno sino la gente que lo conforma, y que buenas instituciones sólo serán reflejo de la gente que es elegida para formarlas. Lo cual implica de que no puede haber mejora institucional si no hay mejora en la calidad de los funcionarios. Qué cosa ¿no?

Para no aburrirlos demasiado les cito solamente una de las frases que están en el primer capítulo de este libro:

“…por lo tanto, se concluye que la forma más alta de patriotismo y de filantropía consiste, no tanto en alterar las leyes y modificar las instituciones, como en ayudar y estimular a los hombres a elevarse y mejorar ellos mismos por su propia, libre, e independiente acción individual”

Permítaseme enfatizar: “propia, libre, e independiente acción individual”. Dicho en 1850, no antes de ayer.

Ustedes se preguntarán: ¿qué tiene que ver esto con el desplazamiento y con Cortázar?
Con don Julio, “simplemente”, volver a resaltar la sutileza con que usa el nombre de este autor y no de otro, en un personaje que evidentemente prefiere seguir preocupado a darse cuenta de su error. El Cronopio del cuento tenía una preocupación y lo estaban atendiendo. Definitivamente prefería una taza de té a un libro de este señor que invita al esfuerzo sin espejismos.

El desplazamiento, tanto el del Cronopio como el nuestro, es no querer escuchar o leer lo que está dicho o escrito desde hace siglos. Parece que se nos desplazaron las orejas, entonces, palabras como éstas nos dan en la nuca y rebotan pero no nos entran en la cabeza. O que se nos corrieron los ojos, entonces al leer literatura de este tipo no nos llega porque miramos con las orejas, por lo tanto nuestros ojos sólo ven algún noticiero amarillista o un concurso de baile. Después de todo este tiempo se siguen intentando fórmulas de asistencialismo, cuando, y no porque esté escrito sino porque está probado, se sabe que el único que se saca del pozo es uno mismo. Qué nos termina pasando: plazas de Mayo y de la República llenas de gente pegándose unos a otros para defender lo indefendible, piqueteros que viven de hacer piquetes; gente que disfrutó de prebendas inpositivas y que gusta de préstamos subsidiados de los bancos oficiales, pero que no admite que le cobren impuestos; gobiernos que por dar y dar tienen que tomar y tomar, y terminan tomando más de lo lógico... desajustes que empiezan cuando pedimos al gobernante de turno que le saque a alguien para darnos a nosotros, y que a la larga nos termina sacando a nosotros para quedárselo él o ella.

Vale la pena buscar este libro de Smiles en la web, ya que está en edición libre, y ver lo claro que este hombre plantea soluciones a problemas que pareciéramos no poder resolver en nuestro querido y amado mundo. Llegamos así a temas favoritos para mí: lo paradójico de encontrar en obras de hace siglos planteos de solución a problemas que seguimos teniendo, y el tema de la educación, que de haber sido buena y difundir autores como estos, nos habría ayudado a resolverlos.

Smiles decía también algo así como que la esperanza es parecida al sol ya que deja las sombras atrás. Yo soy un tipo esperanzado, lo escrito, escrito está, sólo es cuestión de leerlo. La educación eventualmente ganará sobre la ignorancia y el clientelismo, estoy seguro. Eso sí, habrá que hacerle caso a Smiles y tomar las riendas nosotros mismos. Eduquemos correctamente a nuestros hijos, que si cada uno de nosotros hace eso, créanme, el problema está resuelto.


J. R. Lucks



Referencias:

(1) Historias de Cronopios y de Famas. Julio Cortázar. Editorial Punto De Lectura, año 2007.

(2) Samuel Smiles: (23 de diciembre 1812 – 16 de abril de 1904), Escocés, autor y reformista. Editor del periódico de la ciudad de Leeds. Presidente de la National Provident Institution (una compañía aseguradora). Sufre un ataque cerebro vascular en 1871 que lo aleja de sus funciones. Aprende nuevamente a leer y a escribir, llegando a publicar libros luego de su rehabilitación.

(3)Self Help. Samuel Smiles. www.gutenberg.org/etext/935




Volver al inicio

Por favor deje sus impresiones dando “click” sobre la palabra comentarios debajo de la fecha de publicación. Muchas gracias.

miércoles, marzo 19, 2008

20-03-08. El inicio, unplugged

Otra frase que encontré, y me gustó con respecto al inicio, dice así:

"No interesa lo pequeño que parezca el comienzo".

Me pareció algo muy cierto. Esta es una frase de Thoreau (1), escritor estadounidense que abogaba por la anarquía y por el gobierno de la gente, de la decencia.

Alguien que ya en 1850 criticaba la corrupción y las prebendas de los políticos de su época. ¿Qué problemas tan raros tenía este personaje?, o serían actuales sus palabras escritas hace ya dos siglos. Vale la pena leer alguno de sus libros o escritos. Una de las cosas que el autor en cuestión escribió, fue un tratado llamado La desobediencia civil (2). En algunos de los conceptos que Thoreau desarrolló en su obra luego se apoyaron algunos movimientos que acudieron a esta forma de protesta social no violenta, como los de Mahatma Gandhi (3) y Martin Luther King (4). Seguramente ellos coincidían no sólo con la forma de protesta, sino también con que ningún comienzo es pequeño. Y vaya que los comienzos que estos dos personajes produjeron, no tuvieron a la larga nada de pequeños.

En otro orden de ideas, una escritora y humorista estadounidense llamada Helen Rowland (5), que escribía en la línea de lo que las grandes Maitena o Gabriela Acher, dejó entre otras esta frase que tiene que ver con cómo mujeres y varones valoramos diferentemente los mismos elementos.

“Para una mujer, el primer beso es el final del principio; para un hombre es el comienzo del final".

No se si siempre sea así, pero sirve para ilustrar y pensar un poco sobre esto. El inicio de las vacaciones no es sino el final del período escolar. O el inicio del matrimonio no deja de ser el final del noviazgo. ¿Qué es un principio y qué es un final? ¿Será que es en realidad todo lo mismo? ¿Será que nosotros necesitamos poner puntos en donde fijar nuestras memorias o nuestras expectativas?

Hay un diálogo excelente en la película Copying Beethoven (6) que dice así:

“-No comprendo Maestro, ¿Cuándo termina el movimiento?
-No termina, fluye… Debes dejar de pensar en términos de comienzo y fin. Esto no es uno de esos puentes que se construyen. Es algo vivo. Como las nubes cambiando de formas o las olas yendo y viniendo.
-Pero musicalmente, ¿cómo es que trabaja?
-No ‘trabaja’, se desarrolla. Ves, el primer movimiento se convierte en el segundo. A medida que una idea muere, una nueva nace. En tu trabajo estás obsesionada con estructuras, tratando de elegir la forma correcta”.

Más allá de la referencia a lo musical, tal vez así sea nuestra vida en gran medida, un buscar una “forma correcta” que muy probablemente no exista, que no tengamos capacidad de encontrar, o de reconocer aún si se nos presentase.

Es probable que estos ‘inicios’ que buscamos constantemente por lo ‘encantadores’, no sean sino momentos de un flujo que no sólo no se detiene, sino que no posee en definitiva puntos con ese nombre. Esos inicios que tal vez con demasiada soberbia llamamos así, tal vez sólo sean momentos, como otros a los que no les prestamos atención. Qué pena entonces no haberle dedicado tiempo a esos otros pobres posibles inicios que nos pasaron desapercibidos.
Para cerrar esta columna de inicio, a pesar de lo que acabo de decir en cuanto a la soberbia de ‘nombrar’ así a un momento, quiero dejarles un poema del Tao Te Ching (7) que me parece deja abierto este punto para que cada uno, con su propia historia y su propio contexto, lo pueda analizar y disfrutar.

“Lo que se mantiene quieto se retiene con facilidad.
Lo que no ha ocurrido se evita con facilidad.
Lo frágil es fácil de quebrar.
Lo pequeño es fácil de dispersar.
Trata de realizar aquello que aún no está hecho.
Ordena las cosas antes de que se confundan.
El hombre vulgar fracasa un instante antes de haber triunfado.
Si te esmeras en el final tanto como en el principio obtendrás la gloria”.

No se si realmente habrá o no inicios, y por lo tanto finales. Lo que sé es que cada momento es único y puede ser el último, o el primero. Desde ese punto de vista todos tienen su encanto, y todos son lo suficientemente importantes como para llamarlos pequeños. No los desperdiciemos.

J. R. Lucks


Referencias

(1) Henry David Thoreau (Concord, Massachusetts, 12 de julio de 1817 - 6 de mayo de 1862). Escritor, trascendentalista, y filósofo anarquista estadounidense famoso por Walden y su tratado La desobediencia civil.
(2)
La desobediencia civil. Henry Thoreau, 1849. Una copia de este tratado puede hallarse en la siguiente dirección web: http://thoreau.eserver.org/spanishcivil.html
(3) Mahatma Gandhi (
2 de octubre de 1869 - 30 de enero de 1948); fue un pensador y político indio.
(4) Martin Luther King, Jr.: (Atlanta, 15 de enero, 1929 - Memphis 4 de abril, 1968) fue un ministro de la iglesia bautista y un activista del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos para los afro americanos, condecorado con el Premio Nobel de la Paz.
(5)
Helen Rowland: (1875-1950) Periodista y humorista de origen estadounidense
(6) Copying Beethoven: Guión: Stephen J. Rivele, Christopher Wilkinson
(7) Tao Te Ching. Lao Tse. NEED Ediciones, 1999
.

Notas
a Los unplugged de cada fecha, o de cada tema, son el material adicional que me pareció interesante compartir, pero que por razones de tiempo y de duración de la columna de radio no se pudo incluir. Como este material no se comentó en la radio, no tiene el formato de “conversación” con Tomi y Ester.





Volver al inicio

Por favor deje sus impresiones dando “click” sobre la palabra comentarios debajo de la fecha de publicación. Muchas gracias.

jueves, marzo 13, 2008

13-03-08. El inicio

Esta columna va a tener que ver con palabras. Sí, palabras. Etimologías, o sea, qué significan las palabras. También con palabras escritas o dichas, citas, aforismos, en fin, literatura. Vamos a tratar de buscar, en las palabras que nos propondremos en cada columna, algo para pensar o para reflexionar, apoyándonos en literatura de todos los tiempos.

Vamos a recomendar lecturas, vamos a incitar a pensar, vamos a tratar de convidar con inquietudes, para salir aunque más no sea cinco minutos de la vorágine en la que vivimos, y corrernos un poquito a un lado para pensar.

¿Voy a sugerir cosas trascendentes?, seguramente que no. ¿Voy a recomendar libros o autores, porque ser yo un gran crítico literario?, no, porque no lo soy. ¿Entonces?... Entonces voy a tratar de compartir cosas que leí o escuché, y que me llamaron la atención, cosas que me sirvieron para pensar. Cosas que me ayudaron a ejercitar eso que tengo entre las orejas, y que el mundo en el que vivimos intenta desconectar con publicidades y ofertas de consumo predigerido. Como sugiere el título del programa, voy a tratar de hacer un Doble Click, ir un poquito más abajo, más adentro, más lejos.

Para mí pensar siempre fue divertido. Encontrar ramificaciones de ideas que no necesariamente sean obvias para todo el mundo. Crear mis propias conclusiones en vez de hacerle caso a slogans de marcas que solo me incitan a tomar acción sin reflexionar. No pretendo ser serio. Pretendo simplemente proponer un entretenimiento desde otro punto de vista.

¿Tienen que coincidir con lo que pienso? ¿Tienen que gustarles las propuestas que les hago? No necesariamente. Eso es lo bueno, si hay disenso es porque ya reflexionaron y pueden disentir. ¿No es bueno eso? Yo creo que sí, al menos eso me había propuesto.

Así que para empezar, en este primer programa, que no deja de ser un inicio a pesar de ser el programa setecientos veintitnatos(a), les propongo justamente esa palabra: Inicio.

Inicio viene del latín initium. Esta palabra podemos descomponerla en el prefijo in, que significa en, dando idea de lugar o de estado, y de itium, participio pasado de ire, o sea ir. Por lo tanto initium podría traducirse como: “ir a un lugar”; o: “entrar en” una determinada locación o estado, obviamente nuevo o distinto del cual se parte antes de este inicio. Igualmente, la palabra comenzar, viene de com, prefijo que significa con, o en conjunto, y conjugaciones del verbo initiare ya comentado.

Así que este comienzo, este inicio de Doble Click y de la columna, es un ir, en conjunto, a este nuevo lugar en el que estamos ahora y antes no estábamos.
Es interesante, porque es un viaje y los viajes siempre son atractivos. Así que me puse a buscar qué encontraba con esto del inicio, y lo primero que se me cruzó fue una frase de Goethe(1), filósofo alemán, que dice:

“Todo comienzo tiene su encanto.”

¿Qué cierto, no? Igual que un viaje. Ese encanto de ir a un nuevo lugar, a este lugar Doblecliqueado en el que entraremos juntos. Ese misterio de los comienzos. Cuando todo es promesa.

Es muy extraño que un comienzo no sea de una u otra forma encantador. En general los líos vienen después. Incluso, de allí, que ahora y cada vez más, nuestras sociedades sólo quieran empezar cosas: nuevos trabajos, nuevas relaciones, nuevas parejas, por lo encantador del comienzo. ¿Y qué pasó con el encanto de la constancia?, o será que no hay encanto en la constancia. Lo cierto es que tampoco es encantadora esta sociedad en la que casi todos los días empezamos algo nuevo, y no solidificamos lo iniciado. No se, da para pensarlo, lo dejo ahí.
Así que este Doble Click seguramente no será sólo un comienzo, será todo un camino, que hoy es encantador porque comienza, y luego lo será porque acompaña, y luego lo será porque madura, en fin, porque vive como se debe.

Pero bueno yendo a la literatura que prometimos, hay un libro de Romano Guardini(2), un escritor italiano que escribió por allá por la primera mitad del siglo XX, que se refiere a esto de lo encantador del inicio de la siguiente manera.

“La técnica que emplea la vida para con nosotros consiste en prometer mucho al principio, sobre todo, la época de la pubertad y de la juventud percibe esa promesa infinita –idealismo romántico que está presente en casi todos los jóvenes–. Con ella, el hombre se anima –queda seducido– para entrar en lo desconocido de la vida, para asumir sobre sí las obligaciones contenidas en la amistad, el amor, en la elección del trabajo”.

El libro en cuestión se llama Las Edades de la vida(3), y como su nombre lo indica lleva al lector por las distintas etapas que el hombre recorre en su vida. Cada inicio y, obviamente, las crisis al final de cada etapa. Momentos estos que sólo descubren un nuevo inicio, con nuevas promesas y su renovada cuota de encanto.

Así es que aquí los dejo por hoy, con esta recomendación del libro de Guardini. No importa a que edad se lea, tiene para todos. Como todos estamos siempre entre alguna crisis y algún inicio, vale la pena desde lo personal. Yo lo leí hace bastante cuando estaba a travesando la crisis de la mitad de la vida o la famosa crisis de los cuarenta, y sinceramente me ayudó a reflexionar sobre algunas cosas que me aquejaban ene ese momento. No es que tenga recetas mágicas, porque no hay recetas mágicas, pero son lecturas que le permiten pensar, y desde allí ensayar las propias recetas, o intentar cada uno su propia magia.

Los dejo también con el encanto de este comienzo, y con el deseo de que no sea sólo un inicio, que no sea sólo una promesa como sugiere Guardini, sino que sea una vida completa, con algunas crisis perdidas por allí tal vez, de esas que en general ocurren cuando la promesa se contrasta con la realidad, ¿por qué no?, si también forman parte de la vida, pero con la esperanza de ver a esas crisis como el cofre en el que se encierra un nuevo inicio, un nuevo viaje.
Como dice una hermosa frase que siempre debemos recordar en estas crisis posteriores a las promesas:

“Ninguna noche, por más negra cerrada y fría que sea, deja de terminar con un tibio amanecer”.

Un amanecer que en definitiva, es un inicio.



J. R. Lucks


Referencias:

(1) Johann Wolfgang Goethe: (28 de agosto de 1749 - 22 de marzo de 1832) novelista, dramaturgo, poeta, científico, geólogo, botánico, anatomista, físico, historiador de ciencias, pintor, arquitecto, diseñador, economista, filósofo humanista alemán y, durante diez años, funcionario del Estado de Weimar.
(2) Romano Guardini (Verona, 1885 - Munich, 1968) Teólogo católico alemán. Estudiante de química y de economía en Tubinga y en Berlín, cursó los estudios eclesiásticos y fue ordenado sacerdote.
(3) Las edades de la vida, Ediciones Cristiandad, 1981.

Notas:

(a) En el primer programa del ciclo de Doble Click en FM Identidad, Tomi hizo referencia a que si bien este sería el primer programa, a su vez era el número setecientos diecisiete, ya que el mismo había comenzado a ser emitido tres años antes por otra radio.


Volver al inicio

Por favor deje sus impresiones dando “click” sobre la palabra comentarios debajo de la fecha de publicación. Muchas gracias.